Después que en el número 3 de nuestra publicación (DE FRENTE) del mes de Junio pasado, destacáramos en este mismo espacio el triunfo sin precedentes que los pueblos latinoamericanos obtuvimos en la ciudad de San Pedro Sula (HONDURAS), al lograr la derogatoria de la resolución 662, por parte de la OEA, nos percatamos que los contendores ( "EL VERGATARIO Y EL BLACKBERRY"), no habian concluido el combate, sino más bien solicitaron que el ring se trasladase a TEGUCIGALPA, ciudad que Brito Garcia rebautizó como "TEGUCIGOLPE". En esta ciudad el "BLACKBERRY IMPERIAL", invocando a "SAN KING KONG", devolvió el golpe que el "VERGATARIO ALBA" le propinó en San Pedro Sula, con la diferencia de que este último golpe del "BLACKBERRY", ha sido calificado por los árbitros como bajo e ilegal.
EL "VERGATARIO ALBA" se preparaba para dar el famosísimo golpe denominado (en el argot boxístico Hondureño) como el "GOLPE CUARTA URNA", pero el "BLACKBERRY" reaccionó antes y propinó un gancho bajo derecho, en la madrugada del 28 de Junio.
EL combate sigue, por una parte los árbitros designados por la OEA, la ONU, el ALBA, el SICA, CARICOM, el grupo de RIO, la UNIÓN EUROPEA, y prácticamente el mundo entero, han codenado el golpe; por otro lado el público asistente, el pueblo de Honduras, ha estado manifestando detrás de las cuerdas, por no aceptar que quebranten las reglas de tan cotizado deporte.
En Venezuela el "BLACKBERRY" es famoso en los predios del MENPET, no por el hecho del golpe que dio, sino porque se ha convertido en una alternativa de inversión, ante las fallas que ha presentado el PLAN VIVIENDA, que ha frenado la posibilidad de que algunos trabajadores obtengan el crédito para adquirir su casa. Por supuesto la envergadura de la inversión y el tamaño de la necesidad no pueden compararse, pero el hecho de comprar el telefonito hace que la ansiedad por adquirir vivienda se atenúe.
La falla en el seguimiento de los casos de créditos otorgados por parte del comité, el fracaso en la conformación de la Contraloría Social por nosotros los trabajadores, cuando las prioridades en algunos casos no han sido las correctas, nos encontramos con ex directores que ya no trabajan en el Organismo con su apartamentote, a compañeros que compraron y no se han mudado, y hasta algunos que lo están engordando para venderlo dentro de 5 años. Que manguangua, diría la abuela. Si el carácter de nuestra Revolución Bolivariana es Socialista, entonces proponemos al comité, que se combata la mercantilización del problema del déficit de vivienda, extendiendo el plazo para la venta de estos inmuebles adquiridos por los trabajadores a través del Plan, esperando que en un mediano o largo plazo pueda prohibirse la venta de los mismos , además solicitamos que se precisen los controles post otorgamiento de los créditos. De parte de los trabajadores nos toca vencer la apatía, la alienación, la anestesia del bozal de arepa, que nos hace formar parte de una sociedad de cómplices, que nos impide organizarnos y actuar.