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Por: Néstor Flores
Un ser vivo transgénico es aquel al que artificialmente se le ha introducido una carga genética de otra especie. Hasta donde sabemos, esto se ha venido haciendo para mejorar o dotar a los seres vivos de algunas características que le son útiles al manipulador genético. Las características "mejoradas" son principalmente beneficiosas para la producción en masa de alguna cosa (generalmente alimentos). Por ejemplo, un maíz con un gen de cucaracha pudiera ser más resistente a los pesticidas o con un gen de cochino tal vez sepa mejor. Una mazorca transgénica se ve igual a una mazorca normal. Más aun, intentarán convencerte que "se ve mejor", "es mucho mejor", "es insuperable", "es lo único que debes comer", "lo demás no sirve". Pero muchos advierten que nadie sabe hasta dónde puede llegar el daño que causarán los alimentos transgénicos a los consumidores y al ambiente.
Nunca se ha hablado de objetos inanimados transgénicos, pero nosotros hemos encontrado uno, sus estragos ya los hemos visto y conocido a sus víctimas. A algunas las hemos ayudado a sanar y otras se niegan a recibir tratamiento. Ninguna se había dado cuenta del daño sufrido.
Recientemente se reeditó y se repartió nuevamente un librito titulado "Seamos como el Che". Cualquiera diría que se trata evidentemente del discurso pronunciado por Fidel Castro pocos días después de la muerte del Comandante Ernesto Che Guevara. Pero, aunque sea difícil de creer, no se trata exactamente de eso, nos encontramos con un libro transgénico y dañino.
Al abrir el libro se lee en la primera página:
Seamos como el Che:
Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz, primer secretario del comité central del partido comunista de
Todo bien, nada indica que nos hayamos equivocado al recibir este material para poder repasar y difundir las palabras de Fidel.
Segunda página: Un "rostro del Che" de esos que venden en la calle y a mucha gente le gusta "usar" sobre su cuerpo (porción de la famosa foto tomada por Alberto Korda). Sobre este rostro, tapándolo parcialmente, un letrero en letras gordas que dice "Participa en la construcción de la PDVSA Socialista". Y oculto detrás del rostro, en un gris tenue, casi imperceptible, un letrero en forma circular que dice "La no lectura de este libro es un acto contrarevolucionario" (sic). Y en el centro del círculo con letras más grandes, pero igual de tenues, "Libro Gratis". A contra luz es más fácil leerlo.
Leída la advertencia, pasamos a la página 3. ¡Sorpresa! Nos encontramos el título de un artículo que leímos hace ya algún tiempo, ¡Un escrito de Antonio Aponte!: "El Che tatuado". ¿Qué hace esto aquí? ¡Íbamos a leer un discurso de Fidel Castro y encontramos esto! Un mal recuerdo viene a la mente: ese artículo era venenoso. ¿Por qué está aquí? ¿Dónde está el Discurso de Fidel? Buscamos en el libro y sí está. Está a continuación, de segundo.
Pudiera tratarse de una doble entrega, dos artículos, dos autores, dos opiniones sobre un mismo tema.
Pero revisando todo el libro, por ninguna parte indica la autoría del mencionado artículo, no lo firma nadie, por lo
que en un principio pensamos que su ubicación inmediatamente después del título "Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz..." pudiera hacer creer a alguien que lo que va a continuación son palabras de Fidel. Lo pensamos y discutimos, llegando a la conclusión que al leer el artículo nadie debería caer en la confusión.
Entonces empezamos a buscar a los repartidores del material (los cuales indicaron ser miembros del PSUV) y al mencionarles los errores del material que estaban repartiendo, nos topamos de frente con algo bastante desagradable: Nos afirmaron que lo ahí escrito eran palabras de Fidel Castro.
Varias horas hemos dedicado intentando convencerlos que el discurso de Fidel es el que aparece de segundo, siendo la primera parte un artículo de Antonio Aponte. "No sé quién es ése" respondieron algunos. A varios los convencimos, pero a otros no y unos cuantos dijeron o sugirieron que el tema de la autoría no les interesaba. (Nota: se recomienda al PSUV tomar acciones en torno a la malformación que están recibiendo algunos de sus militantes con este tipo de material).
Pudiera todo esto tratarse de un error de imprenta. Faltó un simple nombre. Es posible, ¿Es aceptable? Recordemos que Antonio Aponte no existe, es un equipo de personas que publican por lo menos un artículo de opinión diario en diversos medios con mucha difusión. Y una de sus características más famosas es terminar todos sus artículos con una alabanza a Chávez. Y en general las alabanzas tienen un autor a quién el alabado pueda reconocer como buen alabador. Por eso en los escritos de Antonio Aponte nunca hemos visto que falte la firma (aunque sea seudónimo) Sólo en este librito transgénico ocurre eso.
Si en futuras reimpresiones de este material se coloca el nombre del autor del primer artículo, se habrá subsanado una falta. Pero lo peor no habrá desaparecido, el problema más grave es el artículo en sí.
El artículo titulado "El Che tatuado" está escrito en un estilo alegórico-metafórico. Entendiendo como alegoría: "Ficción en virtud de la cual algo representa o significa otra cosa diferente". El artículo relata lo que le pasa a una persona, en un momento específico, en un viaje por Cuba. Lo relatado puede ser cierto o no. A cualquiera pudiera haberle pasado algo así. El que hayan ocurrido los hechos relatados carece de importancia, la importancia se la da Antonio Aponte al relatarnos este cuento, al querer darnos lecciones, al publicar y republicar una y otra vez el artículo (unas veces firmado bajo su seudónimo, otras veces no).
La primera alegoría que nos llama la atención es ésta: "Se acerca un guardia mal encarado, y nos pregunta qué hacemos sentado en las gradas (sic), si nos pasa algo, por qué lloramos. 'Le respondemos que hablamos con el Che' y continua su camino sin convencerse mucho [...]".
¿Qué simboliza este soldado? ¿La revolución cubana? ¿El ejército cubano? ¿El pueblo cubano? Si fuese así, según esta alegoría el ejército-pueblo es frío, duro e inhumano al preguntar por qué lloramos sin realmente preocuparse por la respuesta. Es atropellante e insensato al preguntarle a alguien qué hace sentado en unas gradas que son para sentarse.
La alegoría continúa más adelante: "Vuelve el guardia ahora acompañado de dos más, [...]visten de un azul desgastado, el que tiene el radio me increpa: '¿Ud. que hace aquí?' Le respondo 'vine a entregar cuentas al Che, pero no he tenido valor para entrar, por eso estoy aquí sentado en las gradas, meditando'. No quedan muy convencidos y se retiran...".
Aquí insiste en el carácter grosero y entrometido e introduce otro elemento, la cobardía: tres soldados contra un civil para hacerle una pregunta que ya había sido respondida.
Y Antonio Aponte remata el tema así: "Llegan de nuevo los guardias, traen ahora al que parece un oficial, uniforme lustroso, viene decidido y mal encarado, me espeta: 'no puede permanecer aquí, debe abandonar el Memorial', no deja lugar a réplica, me voy" .
Antonio insiste con la cobardía, al seguir los soldados buscando refuerzos; señala ineptitud, al tener que recurrir a un superior; arrogancia, al "espetar" y estar "mal encarado"; e insiste en algo que le preocupa mucho y que a la vez parece serle útil para "saber" la importancia de cada persona: lo "lustroso del uniforme" o lo "desgastado" que pueda estar la vestimenta de alguien.
Y el pueblo-ejército cubano hace todo esto en un lugar de tanto significado como en el monumento al Che. ¿Indignidad con la condición humana?.
Antonio arremete contra el ejército-pueblo cubano y ellos sabrán defenderse. Los venezolanos que han estado en Cuba y han conocido su pueblo, sus soldados y sus autoridades deberán expresar sus opiniones. En todo caso el pueblo cubano siempre ha sabido defenderse de muchos tipos de ataques.
¿Y qué dice Antonio de los venezolanos? La evaluación por parte de Antonio de nuestras acciones y decisiones políticas como pueblo, es bastante interesante:
"Nos hicimos chavistas, no sabemos si por afinidad familiar, o por el desespero con el que el náufrago se aferra a cualquier cosa que flote"
Las alegorías saltan y resaltan: Ignorancia ("no sabemos"), nepotismo-corrupción ("afinidad familiar"), incapacidad de decidir o decisiones políticas vitales y cruciales para el futuro de la nación tomadas a la ligera y con "desespero".
Y siguen apareciendo cosas: Antonio emite una opinión sobre Chávez: lo cataloga como "cualquier cosa que flote". Cosas sin valor que flotan hay varias y algunas empiezan por 'm'. Madera pudiera ser una, pero la madera tiene valor, habrá que seguir buscando. Después de tanto alabar a Chávez, Antonio desveló fugazmente una de sus opiniones sobre nuestro camarada presidente y sobre el apoyo que éste recibe del pueblo. Y esta caracterización sobre el apoyo que el pueblo le ofrece a la revolución está presente en muchos artículos de Antonio.
Alguien pudiera decir que el relato no es alegórico, ya que sólo relata simples hechos tal como ocurrieron. Pero todo el artículo está cargado y recargado de alegorías. Debemos empezar preguntándole a Antonio ¿Cómo puede pasarle "algo" a alguien que no existe? El relato comienza con una necesidad grande de Antonio: "Estoy aquí...". Necesidad de ser reconocido como ente con existencia propia. Pero si no fuese una necesidad, entonces es una simple metáfora.
Basándonos en el título del artículo y en una de las acciones que éste relata, se pudiera preguntar ¿Qué es más 'socialista' usar una franela con la cara del Che o tatuarse su nombre? Al ser una pregunta carente de lógica, no puede tener una respuesta seria, como tampoco lo es relatar la "trascendental decisión" de tatuarse al Che. Pero es muy posible que cuando Antonio indica que "se tatuaron el nombre del Che en la piel", se trate simplemente una metáfora o una alegoría. Así quedaría confirmado, desde el mismo título, nuestra interpretación de las aventuras de Aponte por Cuba, como un relato alegórico. Insistimos que también es transgénico y venenoso.
Éste es sólo un grano del jojoto. Hay fuertes indicios que todos los demás granos son también transgénicos y dañinos. Debemos advertir: ¡Es peligroso comer cachapas transgénicas y mucho más leerlas!.
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